Descripción
A los cuatro meses me ponía panza abajo y pataleaba. A los seis, me paraba sobre mis manos y rodillas y me movía de atrás para adelante. Poco después aprendí a gatear.
Gateaba por toda la casa. Gatear me parecía fabuloso. Me dio una nueva libertad. Gateaba por todos lados… Pero déjame decirte algo: caminar es mucho mejor.
Linus
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